Preguntamos a ChatGPT qué ventajas ofrece su uso a un agente inmobiliario y su respuesta sorprende. Esta herramienta conversacional de inteligencia artificial ha conseguido superar los cien millones de usuarios en tan solo dos meses, Google necesitó más de 14. Dos expertos reflexionan sobre las razones de tanta expectación y, más importante, explican qué puede hacer esta herramienta de inteligencia artificial para que un agente inmobiliario mejore su productividad.

 

Qué puedes hacer con ChatGPT

Pero primero cedemos la palabra a la propia inteligencia artificial: “¿Puedes explicarme qué usos puede dar un agente inmobiliario a ChatGPT?, preguntamos. En escasos segundos tenemos la respuesta:

“Un agente inmobiliario puede usar ChatGPT para comunicarse con potenciales compradores o inquilinos de forma rápida y eficiente. También se puede usar para proporcionar información sobre propiedades, crear relaciones con nuevos clientes y gestionar ofertas. Además, el agente inmobiliario puede usar ChatGPT para proporcionar asistencia al cliente, realizar encuestas o recopilar feedback de los clientes”.

Decidimos probar describiendo las características genéricas de un piso en venta, y pedimos que redacte un anuncio con estilo publicitario:

“¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! Aprovecha esta ocasión única para adquirir un piso totalmente reformado de 90m2 con 3 dormitorios, 2 baños, salón y cocina en el centro de Madrid. Piso soleado con vistas, situado en una finca de 2004 y con plaza de garaje incluida. Precio: 480.000 €. ¡No esperes más! Ponte en contacto para más información”.

ChatGPT maneja diferentes estilos de redacción, ahora solicitamos un anuncio con un tono más profesional:

“Si busca una vivienda reformada de 90 metros cuadrados con 3 dormitorios, 2 baños, salón y cocina en el centro de Madrid, entonces este piso es perfecto para usted. Dispone de una plaza de garaje y la finca data del año 2004. El piso es soleado y bien comunicado, con vistas. Precio: 480.000 euros. Si está interesado, póngase en contacto con XXXXX”.

“Las innovaciones en inteligencia artificial que esperábamos para 2033, llegarán en 2023”. En esta ocasión el entrecomillado es de Brad Smith, presidente de Microsoft. Se trata de una reflexión sobre el impacto de la IA en nuestro mundo. De hecho, el gigante informático ha invertido en OpenAI, creador de GPT, “miles de millones de dólares”, según informaba el pasado 24 de enero.

Pero lo más importante para el agente inmobiliario y otros profesionales del sector es saber que con ChatGPT pueden redactar múltiples anuncios con rapidez, personalizar rápidamente emails, resumir argumentarios de venta, redactar un post en Facebook o una entrada en el blog de empresa. Todo ello en minutos, permitiendo liberar tiempos para centrar sus esfuerzos en la acción comercial. Y estos usos son una realidad hoy, pero en pocos meses será posible implementarlo en otras tareas, según pronostican los expertos.

 

Qué es ChatGPT

Generative Pre-trained Transformer, de donde proviene el acrónimo GPT, es una inteligencia artificial en su tercera generación (GPT-3), desarrollada por OpenIA. Esta empresa ya había sorprendido al mundo con su generador de imágenes Dall-E 2, que con su sistema de inteligencia artificial y la información que facilita el usuario puede crear imágenes de cualquier estilo.

Además, de momento es gratuito. Al menos durante esta primera fase de prueba, para utilizar la versión conversacional de la que hablamos en este artículo (ChatGPT) basta con entrar en OpenIA, crear una cuenta y dar la pestaña ‘Playground’.

“La tecnología que utiliza ChatGPT no es un invento exclusivo de OpenIA. En realidad, venía gestándose desde hace años y ahora ha culminado en este formato, que es muy utilizable por el gran público”. En opinión de José Antonio Rodríguez-Serrano, del departamento de Operaciones, Innovación y Data Science de la escuela de negocios Esade: “Otras empresas de IA están desarrollando sus propias tecnologías, pero sí que es verdad que la ha distribuido de una manera muy visible, y tras el acuerdo con Microsoft aún va a serlo más”.

Puntos en los que coincide Lucas Galán, profesor de Innovación y Proptech del Programa de Dirección de Empresas inmobiliarias de IE University: “Es una herramienta extremadamente curiosa, completa y funcional para utilizarla en el día a día. Aunque seguirá mejorando, permite sacarla partido desde el primer minuto, puedes empezar a preguntar y además en diferentes idiomas. Es casi como mantener una conversación con alguien, porque incluso recuerda el contexto”.

Ambos expertos señalan la importancia de entender bien qué ofrece. Para Rodríguez-Serrano es “una herramienta muy sofisticada de autocompletar texto. Por ello no es recomendable hacer preguntas con respuesta absoluta, o solicitarle trabajos muy creativos sobre los que no cuente con fuentes. Tampoco sirve para hacer cálculos matemáticos precisos porque, aunque va a responder, no está pensada para este uso”. Por el contrario, alaba su capacidad para generar resúmenes destacando la información esencial o reordenando la misma información, generando diferentes modelos de textos.

No por evidente, conviene pasar por alto la observación de Galán: “Hay que tener presente que no podemos dotar a esta inteligencia artificial de la verdad absoluta, porque nos vamos a equivocar, entre otras cosas porque está actualizada hasta 2021. Siempre va a estar la inteligencia humana para dotarla de criterio, enfoque y valor”.

 

Qué puede hacer el agente inmobiliario con ChatGPT

“ChatGPT va a transformar la productividad en muchos negocios”, defiende Lucas Galán. Con la ayuda de los dos expertos repasamos algunas de las tareas que un agente inmobiliario ya puede hacer:

  • Redactar anuncios. Ambos expertos coinciden en señalar que una de las grandes habilidades de ChatGPT es resumir y entresacar la información más importante del texto en bruto que se le facilita, y además de forma eficiente.

“La analítica de datos ya nos había ayudado a identificar que hay ciertos patrones de redacción que sirven para mejorar el funcionamiento de un anuncio”, explica Rodríguez-Serrano, “pero ChatGPT no solo ha entendido esos patrones, también es capaz de generarlos por sí mismo”.

  • Apoyo en redes sociales. “Adapta muy bien los contenidos de un formato a otro”, explica Rodríguez-Serrano. Habilidad que es muy útil para optimizar el trabajo en redes sociales. Además de poderle pedir ‘escribe un tuit sobre…’ o ‘redacta para Facebook’, permite orientar sobre el tono de redacción que prefieras: formal, humorístico, publicitario…
  • Redacción de entradas de blog o textos. Esta tecnología utiliza la información de las fuentes que la enriquecen para elaborar textos más amplios. Por ejemplo, se le puede pedir que escriba un texto de 1.000 palabras sobre la problemática okupa en España desde el punto de vista del propietario, incluyendo las diferentes acciones que puede tomar, los tiempos de resolución del conflicto, etc. La herramienta tardará segundos en redactarlo, si bien debemos tener en cuenta que difícilmente se podría publicar sin una revisión del interesado.

Punto donde Galán realiza una importante acotación: “Hay gente que, por ejemplo, piensa que al poder generar contenido infinito va a posicionar mucho mejor su blog profesional en Google, pero el buscador ya ha advertido que considera los posts generados por IA como spam. Por tanto, si quieres posicionar bien tu web, te puede ayudar, pero no es la panacea”

  • Implementación como chatbot. “Hay empresas que ya están instaurando ChatGPT como el chatbot de servicio al cliente”, explica Galán desde IE University: “No solo aporta valor al poder dar información inmediata al cliente sobre lo que se solicita, además es capaz de entender el sentimiento de la conversación. Esto permite generar informes que nos van a permitir comprender mucho mejor al cliente y, entre otras cosas, hacer un marketing más segmentado y efectivo”.

Aspecto sobre el que Rodríguez-Serrano apunta: “Hay que tener en cuenta que desde la aparición del chatbot hemos aprendido que puede funcionar solo como solución autónoma mientras mantiene conversaciones muy transaccionales, por ejemplo para reservar una mesa en un restaurante, en conversaciones más abiertas no ofrece el mismo grado de satisfacción. Para lo que sí puede servir es para mejorar la productividad del operador humano de la empresa, por ejemplo, utilizándolo como herramienta para autocompletar textos y dar una respuesta más rápida”.

  • Inspirador. Una utilidad nada desdeñable apuntada por Galán: “Entre las múltiples utilidades que ofrece, está la de sugerir ideas, por ejemplo, puede aportar infinitos nombres para una promoción inmobiliaria e incluso ayudar con los documentos legales. En esencia se trata de ahorrar horas de trabajo para que el profesional pueda liberar tiempo en tareas más creativas que requieren de dedicación y esfuerzo como estas, o la redacción de contenido para redes sociales, dedicando más horas a las áreas esenciales para la evolución del negocio”.

Y esto es solo el principio. “En breve conoceremos herramientas concretas que utilizando estas tecnologías basadas en grandes modelos de lenguaje [LLMs] van a ofrecer un servicio para segmentos muy concretos y utilidades igualmente específicas. Y seguramente, en muchas ocasiones nos va a impresionar”, apunta Rodríguez-Serrano desde Esade.

 

Cómo empezar a usar ChatGPT

“La gente no debe pensar que le va a solucionar la vida, pero para ciertas tareas y ciertos puestos es una herramienta muy potente y adecuada”. Galán anima a utilizarla dentro del sector inmobiliario como una más, “cada compañía y profesional debe encontrar el set de herramientas con el que se siente cómodo, y para encontrarlo hay que probar”.

Como hemos señalado, OpenAI ofrece una versión gratuita de su versión chat de inteligencia artificial, pero conviene implementarla con método. Desde IE University, el profesor Galán sugiere:

“Lo primero que hay que hacer es probarlo. Se debe analizar qué problemas puede solucionar y qué mejoras puede aportar, identificando elementos a favor y en contra. El departamento de innovación debe ser el early adopter de la compañía, para seguidamente convertirse en el agente contaminante de toda la organización”, explica: “Y cuando tengamos claro que puede tener un impacto positivo, se pone en funcionamiento la maquinaria de la transformación cultural de la compañía, incluida la formación”.

Rodríguez-Serrano recuerda que “toda innovación que se introduce en una empresa debe evaluarse con un proceso de experimentación de prueba y error. Partiendo de una hipótesis de negocio, por ejemplo, identificando, qué métrica de productividad queremos mejorar, hacer una hipótesis y diseñar una prueba de concepto. De este modo, podemos verificar objetivamente, y si de la manera que se pensaba, cumplió con esa supuesta mejora. Y una vez hecho, escalar la solución”.

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