El orden del hogar influye notablemente en la mente. Si las tareas se te atraviesan y el desmadre es la tónica general de tu casa, los siguientes consejos te serán de gran ayuda.

El caos atrae más caos. Una rutina frenética, con una mente cargada de preocupaciones, encuentran en un hogar desordenado la gota que colma el vaso. Un entorno organizado es clave para la paz mental. En la importancia del orden es responsable de la fama de gurús como Marie Kondo, creadora del método KonMari y autora del bestseller «La magia del orden». También es el pilar básico del Feng Shui, así como del método «Dan-sha-ri».

La psicóloga Rosa Gazol Guillén subrayaba en el inicio del confinamiento que ‘crear y mantener orden’, ahora que vemos mermada nuestra capacidad de acción, nos va a ayudar a seguir sintiéndonos bien. También nos brinda cierta capacidad de control y proporciona una experiencia subjetiva de alivio, bienestar y satisfacción en estos momentos de incertidumbre». «Ordenar y limpiar es una forma de gimnasia funcional que, ejecutada con atención plenaayudará a calmar nuestra mente y pondrá en acción nuestro cuerpo», añade.

Existen estudios que observan cómo un hogar desordenado dispara los niveles de cortisol, la hormona del estrés. En definitiva, una casa limpia y ordenada será fundamental para tu bienestar, además de la importancia que tiene desde el punto de vista de la higiene.

Cinco trucos para una casa impoluta y en orden

Planifica tus objetivos de orden y limpieza.

La planificación es clave, así que a la hora de empezar a ordenar, haz una lista con objetivos y plazos realistas. Detalla cada estancia y cada tarea concreta para optimizar así el rendimiento y no sufrir la sensación de descontrol.

Deshazte de todo lo que ya no usas.

Como dice Marie Kondo, has de desprenderte de todo aquello que no te reporta felicidad o aquello que no usas. Esto se aplica a la ropa, cosméticos caducados y fiambreras sin tapa… Tira todo lo que no esté en buen estado y dona o vende lo que otras personas puedan aprovechar.

Dedica unos minutos diarios al orden.

Tener un día específico de la semana en el que te afanas en las tareas del hogar está bien. Pero a lo largo del día has de encontrar momentos para ordenar, desde hacer la cama cada mañana hasta lavar los platos tras cada comida.

Mantén el orden.

En la línea del punto anterior, de nada vale que sudes la gota gorda en una limpieza a fondo si después vas a volver a dar rienda suelta al desastre. Asigna lugares concretos para cada objeto y devuelve cada cosa a su sitio después de utilizarla.

Utiliza organizadores.

En las tiendas de decoración existe un sinfín de artículos destinados a organizar. Desde cajas para almacenar, compartimentos para cajones y armarios y organizadores para las joyas y el maquillaje. Serán de gran ayuda para que todo tenga un sitio y tu casa se vea despejada y ordenada de un simple vistazo.

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